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Zen. 10-6 bis

Zen. 10-6 bis Juntos conoceremos la existencia y juntos seremos libres de la vida y de la muerte, creando más y más beneficios para el futuro, y reembolsando la profunda conversión de los Budas. Si el hielo y el rocío no pueden estar parados para que madure el fruto, me armonizaré con las circunstancias. Me abriré y cultivaré los seres humanos y los dioses. Pero nunca daré media vuelta a mi espíritu hacia el provecho. Dependeré aún menos del poder social. Tampoco me convertiré en un maestro vulgar, que desafía a los santos con su comportamiento, uno que persigue las ganancias y los éxitos, produciendo la llama del infierno. Aunque me falten elementos esenciales y también buenas condiciones, si solo puedo ir por el mundo así, y ser sin efectos kármicos, ¿podré yo ser un verdadero Arhat, más allá del polvo?". Sale el sol. Es muy importante hacer Zazen por la mañana. Seguir la naturaleza.
Cuidado con la posición de la cabeza y la espalda. La base, la cadera empuja el zafu. Bascular bien la base, a nivel de la 5ª vértebra lumbar. No olvidéis tener fuerza en los riñones, y de estirar la columna vertebral desde la 5ª vértebra lumbar. Estirar los omóplatos; estirar la nunca, entrar el mentón y empujar el cielo con la cima de la cabeza. Empujar la tierra con las rodillas. Encontrar el equilibrio perfecto de la postura. Así no hay demasiado peso del cuerpo en las rodillas y podéis expirar profundamente. El vientre está libre, sin tensión.
La vía de la transmisión del Zen es diferente de las otras tradiciones. Ananda había oído mucho; había tenido un largo aprendizaje con el Buda, pero el Buda no le había dado su aprobación. Transmitió a Makashyapa a través de una sonrisa, girando la flor en el Pico del Buitre.
En este momento Ananda no podía entrar en la habitación del Tesoro. Dije que Ananda había sido rechazado por la Sangha después de la muerte del Buda, pues no era Arhat. Un día, todos los discípulos menos Ananda, se reunieron. Todos estaban tristes. Su problema era no recordar las palabras de su Maestro. Ananda no podía entrar en el lugar de la reunión. Practicó Zazen. Entró en Samadhi profundo. Tocó Anutarra Samyak Sambodhi. Makashyapa le dijo: "ahora utiliza tus poderes para entrar en el sitio de la reunión". Ananda se hizo minúsculo y entró a través de la cerradura.
Un discípulo dijo: "Ananda ha oído mucho como secretario del Buda. Es como agua pasando de un recipiente a otro sin que se pierda una gota. Ananda posee la enseñanza del Buda. Por favor, te pedimos que repitas esta enseñanza". Makashyapa le dijo: "los monjes te han elegido. Entonces, siéntate y repite lo que te ha dicho el Buda".
Siguiendo esta solicitud, Ananda hizo Sampai delante de la Sangha, se sentó en su zafu y dijo: "así he oído en una circunstancia al Buda", y empezó a repetir la enseñanza santa del Buda vivo. Es por eso que los sutras que tenemos ahora empiezan siempre de la misma forma: "Así, he oído en una circunstancia, el Buda estaba en...".
Makashyapa preguntó: "¿Es diferente de la enseñanza del Tagatha?". Y los discípulos, a una sola voz, contestaron: "no sabemos si el Buda ha vuelto o si habla a través de Ananda. El gran maestro del Dharma fue al interior de Ananda. Lo que dice Ananda ahora es el océano de la enseñanza del Buda". Y así, Ananda se reintegró en la Sangha.
Pero oír mucho, saber mucho, no es la realización de la Vía. Y durante 20 años, Ananda sirvió a Makashyapa como secretario, y un día el fruto estuvo maduro. Un día Ananda preguntó a Makashyapa: "hermano mayor en el Dharma, tengo una pregunta. Nuestro maestro, el más honrado del mundo, te transmitió su Kesa. Pero, ¿El te ha transmitido algo más que su kesa?". Ahora entramos en el punto preciso de la transmisión: el Shin. El punto exacto, como el punto que toca la aguja de acupuntura, El Shin de I Shin den Shin. Recibir el Kesa. Recibir el rakusu. Recibir la transmisión. No es ya más un ideal. Es la cosa real que se transmite, que se practica. Va más allá de todos los pensamientos, ideas, dudas, conocimientos. Es la realización perfecta y se transmite a través del Kesa. Dar y recibir, recibir y dar. Es como encontrarse directamente en Zazen. Hay zazenes de infierno, de dolores, de dudas, y hay zazenes de despertar.
La diferencia es como un punto, el punto preciso. No sabemos, no podemos elegir. Al final es más allá de las causas y de las circunstancias, más allá del nacimiento y de la extinción. Pertenece a la Vía y la Vía nos pertenence. Y, así, es la paz, la tranquilidad total.
Ananda significa alegría. Hay gente que practica Zazen y siempre pone una cara rígida, mala, severa, austera, sin sonrisas. La alegría también forma parte de la práctica. Alegría de practicar. Es uno de los caracteres del Samadhi. De la unión entre concentración y observación aparece el Samadhi.
El Samadhi hace que se desarrolle Prajna, la sabiduría, pero en Zazen la sabiduría puede existir solo en la alegría de practicar, en la alegría de realizar el gran asunto.
Esto es importante: no parecer como una puerta de cárcel. Ser feliz, estar feliz de practicar, de despertarse, aunque cueste.

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